#pausa (temporada 2)
El alfabeto en el parque, Adelia Prado:
Sé escribir.
Escribo cartas, notas, listas de compras,
composición escolar narrando el bello paseo
a la hacienda de la abuela que nunca existió
porque ella era pobre como Job.
Pero también escribo cosas inexplicables:
quiero ser feliz, esto es amarillo.
Y no puedo, esto es dolor.
Vete de mí, tristeza, campana tartamuda,
personas diciendo entre sollozos:
“no aguanto más.”
Vivo en un lugar llamado globo terrestre
donde se llora más
que el volumen de las aguas denominadas mar,
para donde llevan los ríos otro tanto de lágrimas.
Aquí se pasa hambre. Aquí se odia.
Aquí se es feliz, en medio de invenciones milagrosas.
Imagina que una vuelta al mundo
propicia paseos y vértigo entre
luces, música, novios en éxtasis.
¡Qué bueno! De un lado los chicos,
del otro las chicas, yo loca por casarme
y dormir con mi marido en el cuartito
de una casa antigua con suelo de listones.
No hay cómo no pensar en la muerte,
entre tantas delicias, querer ser eterno.
Soy alegre y soy triste, mitad y mitad.
Te tomas todo a pecho, dice mi madre,
ve a dar una vuelta, distráete, ve al cine.
Mi madre no lo sabe, el cine es como decía mi abuelo:
“El cine es gente pasando.
Las viste una vez, las viste todas.”
Con perdón de la palabra, quiero caer en la vida.
Quiero estar en el parque, la voz del cantor azucarando la tarde…
Así escribo: tarde. No la palabra.
La cosa.
Gracias