Circular 09
Parte de mi doctorado consiste en reflexionar sobre qué es el diseño [gráfico], especialmente en qué se diferencia la práctica del diseño profesional de la práctica académica. Por muchas vueltas que le doy en los que trato de incorporar otros sujetos, termino siempre con tres acciones: observar, analizar, sintetizar. Luego lo podemos aplicar desde la ética, lo social, lo global, lo local, en un logo, en un libro o en una fuente tipográfica. La decisión de cómo vestir, de dar forma, a esa síntesis es una cuestión casual, que va a depender de cuestiones de nacionalidad, habilidades, conocimiento, legado cultural, etc. y va a repercutir en el lenguaje gráfico. No se hace el mismo diseño en Italia o en Nueva York, pero la esencia —observar, analizar, sintetizar— es la misma.
Por otro lado, el diseño busca soluciones a problemas. A través de la observación y el análisis se busca mejorar situaciones. Hay problemas complejos, que el diseño por sí solo no puede resolver, quizás porque necesiten de voluntad política o social. A veces los problemas complejos se resuelven con un ejercicio de síntesis que no viene necesariamente desde el diseño, pero se ha ejecutado siguiendo esos tres pasos.
💩 o el valor de la síntesis
En estos últimos meses llegó a mis manos una copia de la Bristol Stool Scale —la escala de heces de Bristol. Habéis leído bien, una escala de 💩. La tabla, desarrollada en 1997 por un grupo de médicos en la Universidad de Bristol, consiste en mostrar con ilustraciones el estado de la 💩. Clasifica la forma de las heces dependiendo del tiempo que haya pasado en el colón y lo reduce a siete estados —de estreñimiento a diarrea—. Permite a los pacientes identificar el estado de su 💩, y hacer un seguimiento por horas, días o semanas con facilidad. Lo esencial de la tabla es muestra esos siete estados visualmente. Con un simple vistazo cualquier paciente, comparta o no el idioma con el equipo médico, es capaz de identificar el estado de su 💩. La tabla tuvo tal acogida que hay incluso merchandising, por que quien no quiere una buena taza de 💩.
Bromas aparte, me parece una obra maestra de observación, análisis y síntesis.
La petición Gill
No podemos cambiar el pasado, no podemos cambiar lo que hizo Eric Gill. No podemos cambiar sus actos, ni tan siquiera los nuestros de complicidad tantos años después [cuando era objeto de burlas en cuestionarios tipográficos en múltiples eventos, por ejemplo]. No podemos (¿acaso debemos?) eliminarlo de la historia, no puedo ni siquiera borrarlo de mi doctorado. ¿Sirve de algo romper su obra a martillazos? ¿Es la obra indisoluble del autor o, su valor y uso es independiente del mismo? Me surgen más dudas que respuestas, excepto una. La única opción que veo meridianamente clara consiste en no volver a utilizar una fuente de Eric Gill, así como oponerme, desde la información y el conocimiento, a que se utilice en proyectos donde colaboro y por último, compartir esta petición a otros diseñadores. Una petición que podría extenderse a emplear fuentes de autores en vida, que nuestra inversión dé soporte a nuevas creaciones.
Fuentes latinas
Hilando con el tema anterior quiero recuperar ese listado de fuentes latinas que compartí hace ya tiempo enumerando las nuevas entradas en la lista:
Almoneda, de Ales Santos, distribuida por Sudtipos, una alegría de ligaduras y variantes, además de un homenaje a las calles de Madrid.
At Haüs Aero, de ArillaType, que se estrena en la lista, y en la vida, como fundición (por cierto, me llevó mucho rato entender que ‘at’ era por ArillaType, y no ‘en’ algún lugar y no conseguía entender que lugar era ese).
Cardone de Fátima Lazaro, no es una entrada nueva pero que también ha pasado de proyecto de estudiante a proyecto comercial. Cardone nos acompaña por cortesía de 205TF en la cabecera de este número.
Collab_Type TTBCN, un proyecto experimental organizado por W Type Foundry, en el que se diseña una fuente de manera colaborativa, con un total de 180 manos participando en su realización.
Exposure, de Federico Parra Barrios, un proyecto experimental que me fascina y que es una oportunidad de branding para los que sean valientes y no les den miedo las nuevas tecnologías y lo que se puede hacer con ellas.
Cartas vivas
Ayer fui al teatro —esto en sí mismo es una novedad aunque no muy interesante—, pero es que fui al Teatro Cervantes en Londres, que representa obra española y latinoamericana en español. En la obra dos actrices interpretaban las cartas que se escribieron Carmen Laforet y Elena Fortún a finales de los años 40, y que forma parte de un proyecto más ambicioso que es Cartas Vivas, una biblioteca audiovisual que busca rescatar la memoria de pensadoras que fueron parte contexto social y literario en España y Latinoamérica.
Tal vez por la cercanía del propio teatro, donde las actrices están a poco más de un palmo del público, quizás por la emoción que supone recuperar historias de mujeres, quizás por la conexión con el exilio, o simplemente por escuchar español en el centro de Londres, acabamos, público y actrices, al borde de la lágrima.
Fue imposible negarse a adquirir el libro que recoge las cartas entre Laforet y Fortún, De corazón y alma (1947–1952), editado por Santander Fundación. Los créditos del libro —aquí quería llegar yo— incluyen la mejor definición de lo que es hacer libros: diseño y cuidado de la edición. La edición no es solo diseñar, corregir, producir, imprimir; la edición se cuida, se hace con amor. Si tuviera a mano el libro de Andrés Trapiello Imprenta moderna. Tipografía y literatura, 1874–2005 (de la editorial Campgràfic, quizás el libro de su catálogo que más me ha atrapado en su lectura) podría incluir alguna cita con mejores palabras que las mías, de Juan Ramón Jiménez, o del propio Trapiello.
Por cierto, la ciudada edición y diseño del libro De corazón y alma es de Armero Ediciones.
La reseña
Hace tiempo que quiero escribir sobre dos libros publicados en 2021, con una base similar, pero resueltos de manera totalmente distinta: Cincuenta y tantos consejos sobre tipografía de Enric Jardí (una reedición ampliada de la versión de 2007), publicado por Gustavo Gili, y 99 reflexiones sobre el diseño editorial de Jorge de Buena Unna, publicado por Jardín de Monos. En ambos casos los autores comparten su conocimiento del mundo editorial y tipográfico, que es mucho, y llegan en muchos casos a las mismas conclusiones.
El libro de Enric Jardí tiene un tamaño muy acogedor, es agradable al tacto —aunque ojo, no se mantiene abierto—, y la maquetación a pesar de ser un poco intensa para mi gusto (negritas, interlineado compacto, etc.) se deja leer bien. Por el contrario, el libro de Jorge de Buen es un poco más grande, es generoso con el lector, con márgenes y blancos que ayudan a generar pausa y reflexión en la lectura — y no me parece poca cosa.
El contenido está, en ambos casos, alineado con el diseño. Jardí ofrece consejos, no normas, de consumo rápido. Es un libro de consulta, que destila toda una experiencia profesional en una serie de textos cortos y directos, sin remilgos, y con muy buen ojo. Jorge de Buen nos ofrece reflexiones que se entremezclan con consejos, y nos ofrece el camino y el pensamiento detrás de esas reflexiones. El vocabulario es algo más técnico, y profundiza en los aspectos tipográficos que discute.
El libro de Jardí es una guía perfecta para iniciarse y aprender a romper el molde purista, a veces casposo, de la tipografía, y el de Buen nos ayuda a entender las tradiciones para poder desmontarlas.
El cierre
Hasta aquí la novena Circular de tipografía, escrita desde Londres, en los primeros meses de 2022. Tanto si la has disfrutado como si no, puedes responder a este correo con sugerencias, comentarios, recetas, abrazos o lo que te parezca adecuado. Sobre todo, gracias por leerla. Nos leemos pronto, o no.
Si te llega la imagen de la cabecera la verás compuesta en Cardone, una fuente maravillosa de Fátima Lázaro, publicada en 2021 con la fundición francesa 205TF.
Gracias a la inestimable ayuda de Yago Bolívar —que ha rebuscado en las entrañas del código para que se carguen bien las webfonts— y hemos conseguido que casi se lean bien estas lineas en cualquier navegador.
Para compartir y acceder a números anteriores y futuros lo mejor es a través de: circulardetipografia.es
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