#11 NOV25
Esta edición del newsletter fue escrita en un vuelo entre Amsterdam y Barcelona. En la lista de este mes, el viaje es a las complejas tierras del sur de los Estados Unidos.
Tourniquet, Zach Bryan (2023). La metáfora cruda de parar el sangrado, un torniquete, un vendaje para calmar el dolor de dejar ir lo que no podemos controlar.
Un recorte del film de Elia Kazan de 1951, “A Streetcar Named Desire” como interludio, y un juego entre la primera y la tercera persona para que en este cuento sureño no quede nunca claro quien vuela desde Montana con demoras, quien viene de girar por bares… quien sangra.
Pickup Truck, Kings of Leon (2010). No es la única vez que la banda de Tennessee hace referencia a la toxicidad masculina, y la violencia como la única vía de escape emocional (véase Beautiful War de Mechanical Bull).
Al igual que la canción anterior de esta lista, piel, sangre y huesos se cuelan en la lírica.
True Believer, Hayley Williams (2025). Otro día hablamos de lo original del lanzamiento del tercer disco solista de Hayley Williams, de la muerte de los formatos físicos, o de la vuelta de los formatos físicos, y de las redes, y de las plataformas de streaming. Si, otro día.
“True Believer” es una crítica al extremismo religioso, tan presente en el Franklin natal, como en el Nashville actual donde Williams reside.
Una tierra donde el fantasma de la esclavitud todavía ronda por las calles y las iglesias. La falta de mea culpa de toda una región entera del país más poderoso del planeta, y un mantra en forma de veredicto, “El sur no volverá a ascender, hasta que pague por todos sus pecados”.
Una clara canción de protesta que se para frente a la actualidad conservadora y facista de Estados Unidos.
Prayer, D’Angelo (2014). Un artista erróneamente encasillado por la mayoría, en la que me incluyo, en el R&B de principios de los 2000.
D’Angelo era ultra versátil, un multi-instrumentista con un pie en el hip hop de esos tempranos 90’ y el otro en el blues. Seguramente la perdida musical del año.
Nos deja tres discos sonoramente igual de interesantes. El último es Black Messiah, el más político, donde D’Angelo evoca una plegaria, una limpieza del alma, y una campanada por cada compás.
LINKS A LA PLAYLIST
👨💻 Playlist curada por Jeremias Menichelli