No sé si te enteraste, pero esta semana Spotify ha metido tijera en su API.
Han restringido el acceso a ciertos datos musicales y ahora muchas aplicaciones que dependían de ellos se han quedado en el aire. Lo hicieron sin avisar demasiado y más de un desarrollador está tirándose de los pelos.
Si trabajas con APIs, esto es un recordatorio brutal de que depender de una API sin tener un plan B es jugar con fuego.
Si quieres aprender cómo gestionar y optimizar APIs sin que te pille el toro, en mi plataforma te explico cómo hacerlo con Mulesoft.
Entra aquí y te cuento más
— Alexander, CEO de Ingeniero Binario