Una API no es código raro.
Tampoco es una herramienta para nerds con gafas y Red Bull en la mano.
Una API es, literalmente, el puente entre dos cosas que no se entienden.
Y como cualquier puente…
Si está mal hecho, se cae.
Una buena API conecta, protege, valida, ordena.
Una mala API, en cambio, puede dejarte fuera de producción un viernes a las 18:00 (y lo sabes).
Por eso, si trabajas con tecnología y aún no entiendes bien cómo funciona todo esto…
No te preocupes.
Aquí te lo explico sin siglas ni humo:
👉 APIs para humanos con ganas de aprender
— Alexander, CEO de Ingeniero Binario