La programación, tal como la conocemos, está cambiando.
La inteligencia artificial ya es capaz de escribir código, y aunque aún necesita supervisión humana, es evidente que pronto lo hará incluso mejor que nosotros en muchos casos.
Esto plantea una pregunta inevitable: ¿cuál será entonces nuestro nuevo rol como programadores?
Algunas voces influyentes en la industria del software incluso se preguntan si seguiremos necesitando interfaces gráficas, ahora que un chatbot puede interactuar directamente con el usuario y ejecutar tareas por él.