Fue en una demo con un cliente grande. De esos que te miran como si ya estuvieras fallando antes de hablar.
Yo había preparado todo. Slides, interfaz, un entorno de pruebas limpio.
Entonces uno del equipo técnico lanza la pregunta trampa:
—¿Y esto se conecta solo con el sistema antiguo?
Mi alma se congeló medio segundo.
Pero por suerte, el trabajo estaba bien hecho.
Tenía una API robusta, desacoplada, bien documentada.
Clic. Conexión en vivo. Flujo de datos.
Silencio.
Y luego un: "Guau... ¿eso ya estaba funcionando?"
Ese día entendí que una API bien diseñada puede hacerte quedar como un genio.
Y también que muchos desarrolladores aún construyen sus APIs como quien ensambla un mueble sin manual.
Si no quieres improvisar con cinta adhesiva y fe, aquí te enseño a hacerlo bien:
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— Alexander, CEO de Ingeniero Binario