Hammerspace 17 que casi puede votar
Casi se acaba el 2̴̧̧̫̤̣͉̠͈͍̭̼̮̖̊̄͜0̸̧̧̛̗̤͙̋̽̀̓͂͊̐́̅̽̈͂2̶̘̗̩̭͔̯͙̤̖̈́̀͛̈̐͗̉́́̉̌̇ͅ0̶̡̤͓̣̙̰̫̘͓̹̬̟̖͇̋́̾̐̈́̌͒͋̈́͐̈́́͑͜͠ y llegamos a la recta final de un año de mierda.
Muchos seguro tenían la expectativa que este Hammerspace iba a ser temático sobre Halloween y el terror. No. Plot twist. Y qué ladilla. Halloween es para disfrazarse de algo wholesome, edgy o sexual.
Btw, gracias por leer. Los quiero. Llevaba muchísimo tiempo que no hacía algo por tantas semanas de forma consistente. Recuerden que cualquier feedback o forma de reconocimiento es bienvenida. Pero lo que más me llena de orgullo y agradezco es compartir este newsletter y su contenido con los demás.
En fin. Como diría Mario… here we go
Video de la Semana
Este spoof de Seinfeld hecho con niños. Hasta los chistes son buenísimos. Brilliant stuff. Lo amé.
Good to Know
- Los villanos no pueden usar iPhones
- Jenny es el alma del reguetón
- Cómo operar un trebuchet, el arma de asedio más arrecha del mundo
Recomendación de la Semana
Cobra Kai. Sí. En serio.
Si hace una semana me decían que iba a recomendar esta serie, les hubiera dicho “no creo”. Me rendí ante el algoritmo de sugerencias de Netflix y puse un episodio. Los primeros cinco minutos fueron un “¿qué es esta mierda?” y los últimos 5 fueron “necesito ver el resto lo más rápido posible”.
Cobra Kai es nostalgia, pero nostalgia real. No nostalgia inventada por el hecho de revolver emociones, es la nostalgia lo que mueve la serie. Sea el recordar los bangers de los 80s, la ausencia de Pat Morita, que los protagonistas de verdad han envejecio -más importante, han crecido- y una nueva generación que a su manera trata de crecer balanceando la responsabilidad y disciplina necesaria para aprender karate.
La serie es kitsch a propósito. Todo es intencional. No aspira a salvar el mundo, son personajes cuyos problemas son estar enamorados y una enemistad entre profesores de karate. Es casi una novela donde se caen a coñazos como Power Rangers.
Sé que esto no es un hidden gem, pero si son como yo, capaz pasaron de largo porque creían que no era lo que estaban buscando pero ESTOY SEGURO QUE LO ES.
strike first, strike hard, no mercy.
Meme de la Semana
Hubo competencia esta semana, pero el mejor fue este starter pack
Lo Analógico
Todos hemos visto esa escena donde el protagonista llega a su casa, hay potes de comida china por todos lados. En el escritorio hay cartas con un sello rojo; “DUE NOTICE”, “EVICTION”, y más. Trofeos de algún deporte y fotos viejas señalando días mejores. Luego una contestadora con 3 mensajes. Un beep y suena “MAX, ¡¿Dónde coño estás?! Son las 11 de la mañana. ¡Trae tu culo para acá! Es más, olvídalo. Estás despedido.... ven a vaciar tu locker”. Segundo mensaje, “Max, Junior dice que no quiere pasar el fin de semana contigo, quiere ir conmigo y Paolo a la playa, lo siento. Será el mes que viene”. Tercer mensaje es el llamado a la aventura.
Toda esta secuencia hoy en día no existe. Las fotos están en redes sociales, los mensajes de voz son mensajes de texto y las notificaciones de cobro son emails o llamadas de teleoperadores más que correo basura que lanzas a tu escritorio. La idea de ir a un cajero y no tener dinero es de idiotas porque el efectivo ya casi no se usa y en tu aplicación de banco sabes claramente cuando te quedas sin dinero. De hecho, tener los bolsillos vacíos ya no tiene nada que ver con no tener dinero, se pudiera decir que todo lo contrario. Así duela, la realidad es que lo digita yal no es cinematográfica ni sincrónica como antes.
Nerdwriter1 tenía un episodio brillante sobre Sherlock y su representación del social media en la pantalla con overlays de Tweets, emails y páginas web flotando en la pantalla como si fueran burbujas de texto. En general, Sherlock usa una representación visual del pensamiento y lo digital. Lamentablemente, la BBC usó el sistema de Copyright de mierda de Youtube para tumbar un video que obviamente estaba bajo la cortina de Fair Use, pero eso es otro tema. Lo de Sherlock fue el comienzo, y un uso exagerado que si bien explicaba lo que ocurría, sacaba al espectador de la historia. Era too much. En contraparte, Euphoria la clava en este asunto. El truco no es convertir tweets en llamadas telefónicas o interrumpir la acción, sino fotografiar la asincronía y encalzar lo que se comunica con el sitio donde se recibe el mensaje. En las películas, los personajes se juran amor en cascadas y en cimas de montañas, pero en el mundo moderno el amor se puede jurar mientras te maquillas y tu pareja recibe el mensaje en medio de una reunión sin casi reaccionar, o afeitándose en el baño.
Otro problema es cuando se quiere ser fiel al medio y más allá de dibujar el contenido, es relevante que la acción ocure en el mundo digital. En el documental Catfish un hombre registra cómo evoluciona una relación completamente digital en social media hasta el punto que se vuelve romántica. Es relevante contextualizar que todo ocurre en Facebook, no conocemos a la chica ni su familia y todo se desenvuelve bajo las funcionalidades disponibles de la plataforma y las llamadas telefónicas. No se conocen en persona. El medio se vuelve absolutamente relevante.
La realidad es que el mundo ha cambiado y hay que aprender a fotografiarlo nuevamente. Un film que es capaz de conseguir esto es Eigth Grade del talentoso Bo Burnham. El personaje principal, Kayla, es una adolescente en octavo grado tratando de volverse popular y vive bajo la presión de ser una persona diferente a quien ella es. Es la historia que siempre hemos visto, pero contada con nuevas experiencias y nuevas herramientas. Bo no tiene miedo de poner a la cámara a ver el teléfono desde el POV de Kayla y no enfocarse en lo que dice el mensaje, sino cómo Kayla sube una historia a Instagram, dónde lo hace, cómo escoge los emojis que usa y cómo se siente al compartirla. Y ahí lo deja, porque esas interacciones son asíncronas, no todo tiene una reacción inmediata. No todo es el ritmo clásico del teatro llevado a 3 o 4 planos en un espacio con dos personajes y la satisfacción inmediata de ese baile que es la actuación. ¿Cuántos no hemos mandado un “te quiero” y seguido con nuestro día contando los segundos para saber si somos correspondidos?
La ansiedad que nos generan las herramientas digitales es real y es diferente a la ansiedad de realizar una llamada telefónica y la velocidad de una conversación. La brecha generacional será mucho más obvia mientras las nuevas generaciones de cineastas se abran paso. Siempre habrá un universo para los teléfonos públicos, las contestadoras y las cartas de correo pero ese mundo analógico cada vez será más artificial, más un reflejo de lo que quiere decir el guionista que la realidad que vivimos.