Newsletter #05 Tenía que haberte hecho caso, Rubén
Un abrazo a todos y todas. Esta nueva entrega, tras la dedicada al crimen del siglo, llega con un poco de retraso. Los motivos son, básicamente, que Enero es un mes que hiela hasta las mejores intenciones. Y también que he perdido mucho tiempo intentando escribir otro post al que no llegué a darle forma. Volveremos a intentarlo. Esperemos que este que si he logrado escribir os parezca interesante.
307 Caminos
Uno de los mejores libros sobre fotografía que he leído apenas contiene imágenes. Se trata de "The Photographer's Playbook", un libro publicado por la editorial estadounidense Aperture en el año 2014. Es un libro engañosamente sencillo: en él se pide a decenas de fotógrafos, fotógrafas y personas relacionadas con el medio que propongan un pequeño ejercicio fotográfico. Previsiblemente, cada una de las personas contactadas lleva el encargo a su terreno. Del mismo modo que idealmente lo haría cualquier estudiante de fotografía al recibir esa tarea. Lo que más me interesa de esta increíblemente ecléctica colección, que fue recopilada por Jason Fulford y Gregory Halpern, dos de mis autores predilectos, es que apuntala una idea básica que a veces olvidamos: la palabra "fotografía" nombra a un montón de actividades, prácticas y actitudes ante el mundo que son increíblemente diferentes entre sí. En muchas ocasiones nuestras frustraciones o rivalidades mezquinas derivan de que estamos usando la misma palabra para hablar de cosas muy distintas.
Lo curioso es que incluso dentro de esta enorme variedad, ni siquiera todos los enfoques que caben en el libro satisfacen la idea de fotografía que tienen algunos. Así, en las reseñas de Amazon encontramos opiniones como esta: "So, just a boring book with cheap paper with some "magical sentences" about photographers, nothing else" (Simplemente un libro hecho con papel barato con algunas "frases mágicas" sobre fotógrafos, nada más). O esta otra: "Probably the worst book on photography I have ever read, it actually makes you want to put the camera down rather that pick pick it up." (Probablemente el peor libro de fotografía que he leído, hace que de hecho te den mas ganas de guardar la cámara que de cogerla)
Esas personas no están "equivocadas". Simplemente tienen una idea en mente de como ha de ser un libro que enseñe fotografía, y esta colección de ideas dispersas, contradictorias, a veces divertida y a veces absurda no cabe en ese molde específico.
En este punto he de pedir disculpas públicas a Rubén H. Bermúdez, una de mis personas favoritas del mundo de la foto. Veréis, antes de ser un publicado autor, aclamado cineasta y futuro diseñador de videojuegos, Rubén compartía con muchos el amor por este libro. Hasta el punto que se le ocurrió que hacer una versión en español, con ejercicios propuestos por gente de aquí y online, podía ser una buena idea. Preguntó a varias personas que conocía y algunas le contestaron, y empezaron a nutrir una pequeña web de la que, me parece, ya no queda rastro alguno en la red. He estado bastante tiempo buscando, la verdad.
Si no recuerdo mal, a mi fue a una de las personas que preguntó, pero no llegué a mandarle nada. No recuerdo los motivos concretos pero verdaderamente me arrepiento porque, aunque quizá de igual modo el proyecto no hubiese despegado, me hubiera gustado mucho poder decir que formé parte.
Una de las ocupaciones de los editores, aunque sean microeditores como yo, es imaginar libros que publicar. Hace unos años pensé que sería maravilloso publicar "The Photographer's Playbook" en español. Para rizar el rizo, se me ocurrió que además de los nombres de su versión original, estaría muy bien incorporar la idea de Rubén e incluir reflexiones y tareas de gente de la foto de aquí. Pregunté a un par de personas que saben del asunto y entre las complicaciones (y los costes) de editar tal libro y la tarea complicada de coordinar en solitario a ese grupo de personas, pues enseguida me vine abajo y desperté del sueño.
Yo probablemente no soy la persona adecuada pero ojalá algún día existiese un libro así. Como siempre, este es un mensaje en una botella que tiro al mar, con la esperanza probablemente vana de que llegue a costas donde sepan apreciarlo.
Esto es todo por hoy. Con un poquito de suerte, en no demasiado tiempo volveré a escribiros. Mientras tanto, gracias por la atención prestada y, como siempre, cualquier cosa que queráis comentar, podéis escribirme al correo o por redes. ¡Hasta la próxima!