Cierra la ventana que se escapan los caracoles
Estos días de frío nos ha tocado encender la estufa.
Cuando queremos calentar un ambiente cerrado, nos preocupamos de cerrar las puertas y ventanas, que probablemente, como hace frío ya estaban cerradas. Dejarlas abiertas no tiene sentido. Lo lógico sería aprovechar el calor que estamos generando, ¿no?
Hay cosas que suenan evidentes, pero al ponerles comillas nos damos cuenta que podemos aprender de ellas. Nos sirven para mirar desde otro punto de vista e identificar algunos errores grandes que hacemos sin darnos cuenta.
Los comercios, las PYMES, los emprendimientos, casi todos "encienden la estufa con la ventana abierta".
¿Cómo? Así mismo, "queman leña" para generar calor que se va directo por la ventana.
Si miramos cómo invierten los recursos de marketing, gran parte de éstos los ponen en la búsqueda de clientes, en "generar nuevas ventas". No hay nada de malo en eso. Es como prender la estufa.
El problema es hacerlo sin cerrar la ventana.
Generar calor, pero tener alguna estrategia para que no se vaya directo al infinito.
Contener a los clientes.
Vender como el inicio de una relación donde ojalá te guste lo que hago y vuelvas por más.
Pero saber si volviste.
O por qué no volviste.
Trabajar con información, y que esa información sea útil y práctica.
Después, generar incentivos para que sean esos mismo los que vuelvan a comprar; los que llamé o escribí, respondieron, compraron, conocieron mi producto. Esa inversión se hace una vez. La segunda y posteriores, es mucho más fácil. Si el aire caliente no se escapa, necesitamos muuuuuucha menos energía para mantener el calor.
Eso es cerrar la puerta. y es mucho más eficiente que poner la estufa al máximo.