Prisioneros de la Economía
El dinero nos afecta continuamente. Ayer, Bloomberg publicaba un artículo sobre la ciudad de Tenino, en EEUU, que se ha visto abocada a crear su propia moneda de curso legal con los bancos cerrados. También en EEUU, la falta de inversión en el pueblo de Swissvale ha provocado que la población local recurra a "créditos de tiempo: "yo te llevo en coche si tu me ayudas a subir la compra a mi piso".
El dinero es escaso en las comunidades que más lo necesitan. Así que la idea es que teniendo una moneda alternativa, estás creando un canal alternativo para que el comercio suceda, incluso cuando el dinero no está disponible.
— Dan Little, director ejecutivo de involveMINT
El dinero es la palanca social: las sociedades modernas están estructuradas para que usando esa palanca, tengamos lo que pedimos. Y, en el aspecto económico, el objetivo de las sociedades es hacer que esa palanca sea más útil para más gente.
Como dije ayer, la idea de que el dinero nace del trueque es un mito: hay maneras más simples de comerciar si la confianza se da por sentada. Es decir, que en comunidades pequeñas, en aldeas donde todos se conocen y todos son parientes de algun modo, el dinero no sólo no es necesario, sino que es una herramienta inútil. ¿Para qué necesito guardar dinero en ningún sitio, si puedo pedir ayuda al vecino?
El dinero, en estos casos, es implícito: el comercio se establece debido a la confianza que un miembro de la comunidad tiene en los demás. El problema, claro está, es que en el momento en que las sociedades dejan de ser aldeas para ser ciudades, es necesaria una forma de establecer confianza en el otro.
Donde no hay confianza, el dinero es una pieza esencial. Por eso el trueque es un mito: porque el trueque nace de la existencia del dinero, y no al revés.
Incluso en las circunstancias más difíciles, la gente sigue viviendo, intercambiando cosas, formando sociedades, y tratando de entenderlas.
Al poco de ser capturados, la gente se da cuenta de que no es deseable ni necesario, a la vista de la limitada cantidad y calidad de las cosas, regalar o aceptar regalos en forma de cigarrillos o comida. "Confianza" degenera en "Comercio" como una manera más equitativa de maximizar la satisfacción individual.
— R.A. Radford, "La organización económica de un campo de prisioneros de guerra", 1945.
R.A. Radford era estudiante de economía en la Universidad de Cambridge hasta que, en 1939, se alista en el ejército para combatir en la Segunda Guerra Mundial. En 1942, es capturado por las fuerzas enemigas en Lybia, donde acabará como prisionero de guerra hasta el final del conflicto.
Al salir, publica sus observaciones en un ensayo llamado "La organización económica de un campo de prisioneros de guerra", donde analiza el desarrollo y la organización del mercado, el uso de los cigarrillos como moneda, las variaciones de precio, el intento de introducir moneda de papel, las corruptelas de los guardias, y el impacto económico de la opinión pública.
¿Podemos aprender, en un escenario así, para qué sirve el dinero?