Pedro y el Lobo
La obsolescencia programada es la idea de que a las compañías no les interesa hacer que la vida útil de sus productos sea más larga; no vas a comprarte un iPhone nuevo cada año si Apple hace que duren diez años.
Pero la obsolescencia programada también sirve para productos que no son físicos. Las noticias, por ejemplo, tienen una vida útil de un día, a veces simplemente de horas. Sólo así tiene sentido que tengas que ver las noticias todos los días, una vez por la mañana, y otra por la tarde. Para cuando llegan las ocho de la tarde, las noticias de mediodía ya han caducado.
Internet no ha hecho más que acelerar esa tendencia: como Google prioriza las noticias más recientes, la carrera es a ver quién habla de lo que ha pasado en el último minuto. Todos los periódicos, ahora, te escupen noticias sin importancia, porque en el último minuto no ha pasado nada. Para atraer la atención sobre cosas sin interés, apelan a tus instintos biológicos más primarios. "Armados con lo que sabemos de la psicología humana, forzamos a tu mente a hacer click".
Son los mercaderes de la atención, con armas de dudosa ética, y con intereses contrarios a los tuyos. Las fake news no son más que la consecuencia de que hemos dejado de fiarnos de los medios de comunicación tradicionales. No aprendieron de la fábula de Pedro y el Lobo.