Los Cuatro
“Los Cuatro”. Así agrupaba Scott Galloway en su libro a Facebook, Google, Amazon y Apple. Cuatro titanes tecnológicos que han revolucionado nuestra manera de entender el mundo.
Una de las conclusiones que uno puede sacar de su charla TED es que las cuatro han llegado a donde han llegado usando técnicas similares. Que un competidor de Facebook tiene que desarrollar una estrategia similar a uno de Apple. No hay nada más lejos de la realidad.
En una entrevista a Chamath Palihapitiya, éste comentaba que para Bill Gates, una plataforma “es cuando el valor combinado de todos los que la usan es mayor que el valor de la compañía que la crea”. De acuerdo con eso, Windows es la plataforma definitiva: durante el punto más álgido de su existencia, casi nadie tenía un ordenador que no fuese Windows, pero tenías juegos de ordenador que no eran de Microsoft, tenías programas informáticos que no eran de Microsoft, y en definitiva cualquiera podía incluirse dentro del ecosistema y ganar dinero. La batalla entre Netscape y Microsoft jamás habría tenido lugar si Microsoft no hubiese permitido el acceso a su plataforma.
Amazon se comporta de manera parecida, con matices. Amazon es una plataforma en tanto que puedes vender tus productos en ella, pero te enfrentas en muchas ocasiones a la propia Amazon, que obtiene información de tus ventas y de tus clientes y la usa para mejorar un producto que compite directamente con el tuyo.
Apple va un paso más allá: si quieres tu app en la App Store, debes pagar una cuota anual, y dar un porcentaje de tus ventas dentro de App Store a Apple. Es por eso que Netflix o Spotify ni siquiera sugieren la posibilidad de que te hagas miembro en sus apps, y lo hacen solo en la versión de escritorio: estarían violando los términos que impone Apple. Estas prácticas no son propias de una plataforma que da la bienvenida a cualquiera. Son las de un intermediario que sabe que controla la atención de un número suficiente de gente como para imponer sus propias condiciones a los que quieren sumarse a la fiesta.
Y nadie controla la atención de la gente como Google o Facebook. En el caso de Google, la ventana se entreabre por el hecho de que a Internet puedes acceder desde cualquier sitio, no solo desde Google, pero con un 97% de cuota de mercado, es lógico decir que Google es la puerta a Internet. Y dentro de Internet, Facebook es un universo en sí mismo de donde nadie entra ni sale sin su supervisión. Si para un periódico, Google es un duro revés, Facebook es un enemigo mortal, puesto que nadie puede ganar dinero en Facebook si no está dispuesto a renunciar a un enorme porcentaje.
Este es el escenario en el que una empresa en Internet vive. Hay tiburones y leones. Y, siendo pez o siendo gacela, las empresas sólo pueden sobrevivir si temen a uno y se olvidan del otro.