Álvaro Durán logo

Álvaro Durán

Subscribe
Archives
May 29, 2020

La ventana a la Web

Para poder ejercer como médico, es esencial entender cuáles son las dinámicas del cuerpo humano. No puedes simplemente basarte en conjeturas y supersticiones: debes observar, y comprender.

Para poder trabajar en la Web, debes hacer lo mismo. Y está claro que el sitio de entrada a la Web es Google, pero para entender Google, debemos entender a su predecesor: Yahoo.

Si encontrar una página web en concreto es encontrar una aguja en un pajar, Yahoo vino a nacer en un mundo en el que el pajar era tan sólo un puñado. Esto es lo que veías al entrar en Yahoo en 1994:

Yahoo1994

Una lista de links, y poco más, mantenida por un equipo de gente que las incluía en su base de datos manualmente. Internet estaba a punto de pegar el estirón, y pronto empezó a verse como esta manera de hacer las cosas era una locura. Sólo 4 años después, Yahoo lucía de esta guisa:

Yahoo1998

Como ves, ir añadiendo links uno tras otro está colapsando, y ya no aparece el número de páginas en cada categoría, una idea absurda cuando la Web contiene ya 2,410,067 páginas. Una selección humana de artículos no va a bastar a partir de ahora.

Es en septiembre de este año cuando aparece Google. A diferencia de Yahoo, Google está diseñado para aprovechar los links que hay entre una página y otra, de la misma manera que los académicos miden cuántas veces su paper ha sido mencionado por otros. Al fin y al cabo, los fundadores de Google eran simples doctorandos que acababan de publicar un artículo que definía los detalles del motor de búsqueda.

Lo interesante de este diseño no es sólo que era superior al método manual de Yahoo en 1998. Lo más importante es que Google es aún mejor conforme el número de páginas web crece. Económicamente supuso que todos los usuarios de Yahoo empezasen a usar Google, y todos los nuevos usuarios usasen Google para encontrar lo que buscaban, con lo que el buscador entró en un círculo virtuoso del que a día de hoy aún no ha salido. Google se convirtió en la ventana a la Web.


Hay dos maneras en que Google crece como negocio. Por una parte, como un buscador más, tiene una parte del pastel que, gracias al diseño del algoritmo y a la cantidad de usuarios que ya tiene, crece sin parar. Es razonable suponer que al menos el 95% de las búsquedas que se realizan por Internet son a través de Google. ¡Si es que hasta existe el verbo google en el diccionario Oxford!

Por otra, quizá más sutil, es el tamaño de Internet. ¿Cuánto crece la Web cada año? Mira la cuenta: ya hemos pasado los 1,700 millones de páginas web, y el número crece cada segundo.

Sólo hay una amenaza al crecimiento de Internet, y es las aplicaciones nativas. Las que no necesitan Internet para funcionar, y están en tu móvil, en tu tableta, en tu portatil. No estar en Internet supone no estar al alcance de Google, y es negocio que la compañía deja de ganar, terreno que otros gigante como Apple o Microsoft pueden aprovechar.

Como ejecutivo de Google, tienes tres formas de actuar. La primera, es controlar el acceso a Internet desde cualquier dispositivo del mundo. La segunda, es controlar las apps nativas de los dispositivos de todo el mundo. Y la tercera es facilitar la creación de páginas web en todo el mundo.

Son tres complementos a Internet. Y ya sabes lo que hacen las empresas inteligentes: regalarlos.

Para controlar el acceso a Internet, Google regaló el código de su propio explorador, Google Chrome.

Para controlar las apps nativas, Google se gastó al menos 50 millones de dólares para comprar el sistema operativo Android y regalarlo poco después.

Y para facilitar la creación de páginas web, Google desarrolló una librería llamada Angular que hace que montar páginas web complejas sea extremadamente sencillo.

Regalar el complemento, ¿recuerdas? Una estrategia inteligente.

Don't miss what's next. Subscribe to Álvaro Durán:
Powered by Buttondown, the easiest way to start and grow your newsletter.