Álvaro Durán logo

Álvaro Durán

Subscribe
Archives
April 27, 2020

El fin de la consolidación

No hay nadie perfecto, ni siquiera una empresa.

He estado pensado este fin de semana acerca de la idea de que dos empresas juntas hacen más que separadas. Es la idea de sinergia. La razón por la que miles de empresas en todo el mundo se lanzan todos los años a realizar fusiones y adquisiciones.

Los conglomerados tienen cierta lógica: si eres Unidad Editorial, seguramente ahorras costes al juntar la rotativa de El Mundo, Expansión, Marca, Telva y demás. Ya no necesitas tantas rotativas separadas, solo necesitas mantener una, y eso es una buena noticia para el negocio.

¿Pero a qué estás renunciando al hacer eso?

En el caso de Unidad Editorial, estás renunciando a tener un producto diferenciado del resto. El contenido de un diario se ve supeditado a lo que contengan los de los otros diarios. Tu conglomerado es una algarabía de voces que deja de ser información y pasa a ser ruido. Ruido, ruido, ruido. Al priorizar un diario sobre otro, pues un conglomerado, como cualquier otra empresa, tiene prioridades, los de menor tirada se resienten. Ganas cuota con Marca, pero a costa del diario El Mundo. Y tener una sección para redirigirte a los demás diarios del grupo es solo un parche.

¿Ha sido un error la consolidación? Es probable que en muchos casos sí. Lo primero porque hay un incentivo a que ocurra: los costes son concretos, y los beneficios son abstractos. Los costes de dos empresas juntas pueden calcularse; los beneficios, ahora y siempre, han sido mojarse el dedo y ver por dónde va el aire.

Lo segundo, porque hay un componente de vanidad que no se puede olvidar. No es lo mismo ser director de Marca que serlo de Unidad Editorial, ni es lo mismo hablar en miles de euros que en millones. Todos quieren formar parte del acuerdo, con lo que lo único que importa al final del día es cuánto dinero cambiará de manos.

Y por último, porque el beneficio para la sociedad, lo que esta obtiene de estar bien informada, por seguir con el ejemplo, es ajeno al conglomerado. Si el beneficio en dinero es abstracto, ¡imagínate el bien de la humanidad!

No, dos empresas juntas no hacen más que separadas. Lo que ocurre en realidad es que una empresa grande obtiene algo de la pequeña. No es una simbiosis, porque al final del día, el tiempo que tenemos es escaso y tenemos que decidir qué es importante, y qué no. Con dos empresas separadas, el pequeño no tenía que responder por sus actos. Juntas, la burocracia crece.

Eso no es bueno ni malo en sí. Sólo significa que las empresas grandes son lentas, y no suelen encontrar la respuesta correcta a los retos que se plantean. Las empresas pequeñas son rápidas, y en un momento como el que nos encontramos, ser rápido puede ser más valioso que nunca.

Don't miss what's next. Subscribe to Álvaro Durán:
Powered by Buttondown, the easiest way to start and grow your newsletter.