El Casino
No sabemos lo que nos deparará el futuro. Es algo tan importante que creo que merece la pena que lo repita: no sabemos lo que nos deparará el futuro. Hemos desarrollado leyes para la termodinámica, la electrodinámica, la mecánica cuántica, pero nada de eso nos debe hacer perder la noción de algo tan obvio como a menudo olvidado.
No, el futuro no se puede predecir. ¿Se puede cambiar? Es una pregunta absurda. Si no podemos conocerlo, ¿cómo puedes saber que ha cambiado?
Como no podemos predecir el futuro, sólo podemos elegir una estrategia que desarrolle una historia que acaba de la manera que nosotros queremos que acabe. Es lo que llamamos un plan: si hacemos esto, entonces estoy convencido de que ocurrirá aquello. Cualquier parecido con lo que nos deparará el futuro es, como quien dice, una coincidencia.
La innovación es un tema difícil de tratar porque la historia no es más que una ficción que nos contamos a nostros mismos para hacernos creer que los acontecimientos tienen causas y son predecibles de algún modo. Tonterías: no hay que confundir saber el futuro con que a toro pasado todos somos Manolete. Innovar es ir a tientas en la oscuridad. El que diga lo contrario, miente.
Hay un problema muy estudiado en probabilidad llamado Bandido multi-brazo. Un bandido es una tragaperras: una máquina que da premio si tiras de su brazo con una cierta probabilidad, pero desconocida. Multi-brazo, lógicamente, refiere al problema de tener varios bandidos entre los que escoger.
Es decir, que con cada tirada, estás al mismo tiempo explorando y ejecutando. Cada tirada te da información sobre una de esas máquinas, pues a la larga te haces una idea de cuál es esa probabilidad de éxito. Pero con cada tirada estás eligiendo una máquina, y no las demás, con lo que tienes el coste de oportunidad de que quizá estás tirando de la máquina que menos resultados te pueda dar.
¿Cuál es la mejor estrategia?
Una vez más, la solución parece ser la misma que para aparcar: tirar, mirar, e ir corrigiendo. ¡Pero eso significa que la mejor estrategia es pésima! ¡Cuánto dinero se está dejando de ganar cada vez que exploramos la máquina equivocada!
Esa es la clave: innovar es cometer errores continuamente. Explorar es fallar, y aprender; Ejecutar es ganar, e ignorar.