#6 Ahora que me usas, domíname
Domina la IA superando la frustración con práctica y aprendizaje real.

Encuentra tu camino para dominar la IA
¿Cuántas veces has sentido frustración al intentar algo nuevo que parecía sencillo al principio y te motivaba, pero en la práctica no sale como esperabas?
Piensa en esas veces que te apuntas a un curso, ves un tutorial, lo entiendes todo clarísimo, pero luego no puedes replicarlo, o si lo haces, el resultado es… bastante meh.
Esto aplica a cualquier cosa:
- germinar una semilla de aguacate para iniciar tu propio súper jardín autosuficiente
- aprender una receta para hacer pan casero porque una pandemia no te deja salir de casa y… no sé, algo habrá que hacer
- aprender japonés para ir a japón al viaje de tus sueños, pedir ramen con confianza y sentirte dentro de tu anime favorito
- aprender a programar...
Y ahí estás, con un pan que parece cemento, una semilla llena de moho, y un japonés que suena a ruso.
“No se supone que lo había entendido????”
En programación, esta sensación es casi un ritual de iniciación. Y aquí es donde aparece el infame "tutorial hell", ese lugar oscuro y pegajoso donde vas de curso en curso, creyendo que te falta JUSTO un truco más para estar listo. Pero nunca lo estás, es un bucle, y te hace acabar agotado. Terminas caminando por senderos que ya recorrieron otros, áridos y sin tesoros vírgenes.
Pues con la IA pasa igual. Hay un universo de tutoriales, libros y recursos para aprender. Pero te contaré un secreto, que en realidad no es ningún secreto, lo hacíamos todos ya desde que éramos bebés: el aprendizaje real comienza cuando rompes cosas, pruebas y te equivocas, y vuelves a intentarlo.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que cada disciplina tiene una barrera de entrada. Necesitas una base mínima para empezar, sí, pero también necesitas dejar de preparar tanto y lanzarte.
Imagínate que decides ser pescador. Te pasas semanas investigando qué cañas son mejores, cuáles anzuelos funcionan con qué tipo de peces y qué sedal aguanta más peso. Compras el mejor equipo, estudias las mareas y los mejores puntos del lago. Pero nunca sales a pescar.
¿De qué te sirve todo ese conocimiento si nunca tiras el anzuelo al agua?
Cuando por fin decides ir al lago, te das cuenta de que los peces son diferentes a lo que decían las guías. Quizá tienen tres ojos por la contaminación, o están más profundos de lo esperado, o son tan pequeños que ni se enganchan. La única manera de aprender a pescarlos no es leyendo más, sino intentándolo, fallando y ajustando. Si el sedal se rompe porque el pez es más grande de lo esperado, lo apuntas, mejoras tu equipo, y vuelves al día siguiente.
Lo mismo ocurre con el resto de disciplinas. Necesitas la base mínima para empezar:
En programación, esas bases pueden ser Python o JavaScript. En jardinería, basta con un video para empezar a germinar semillas. Y en IA, bueno, las bases ya las tienes: sabes hablar.
Ese es el verdadero superpoder de las herramientas de IA como ChatGPT. No necesitas saber código, ni fórmulas matemáticas, ni algoritmos complejos. Solo necesitas curiosidad y ganas de probar. La barrera de entrada ya la pasaste hace años, cuando aprendiste a decir "hola".
Pero aquí viene el matiz: usarla no es lo mismo que dominarla. Usarla es tirar la caña al agua. Dominarla es iterar, aprender de tus fallos y ajustarte a tu contexto. Porque, igual que con los peces, cada negocio, proyecto o idea tiene peculiaridades únicas que solo descubrirás mientras practicas. Nada de eso lo encuentras en un tutorial.
No hay atajos ni magia. Lo que hay es dedicación, repetición y práctica. Con cada fallo aprendes, y con cada iteración, mejoras.
Pero ten en cuenta que esto lleva tiempo. Igual que un guiso necesita sus horas para cocinarse, tu aprendizaje necesita paciencia. Habrá errores, claro, pero son parte del viaje. Porque lo que vale la pena siempre lleva sacrificio.
Si hablamos de IA generativa, ya lo tienes todo para empezar.
Pero si quieres acelerar y sacar todo el potencial a la IA de forma personalizada para tu negocio, puedo ayudarte. Echa un ojo a esto
Sea conmigo o no, recuerda que empezar imperfectamente siempre es mejor que no empezar.
Yo estoy aquí por si necesitas ese impulso extra, que oye, igual no es tu caso, pero nunca viene mal reducir los ciclos de repetición y saber qué hay que hacer de entrada.
¿Qué tienes pensado practicar hoy?
Yo lo tengo claro: Lo que practico y repito a diario